miércoles, marzo 07, 2007

DISPARATADAS DECLARACIONES Y ACTUACIONES DE LOS RESPONSABLE DE LA VALIOSA PIEZA DESAPARECIDA EN MONTES DE VALDUEZA.
Mientras el Rector de la Basílica de La Encina, D. Antolín de Cela (el cual representa a la iglesia en este suceso) no termina de aclarar a que fue debido que esperará tanto para formular la denuncia y porque razón no acordonaron la zona (lo normal en un delito) y no solo eso, sino que procedieron a, presumiblemente, aunque a priori de buena fe, destruir pruebas que dieron lugar a la identificación del/los culpables de la sustracción o del acto de vandalismo, ya que en vez de acordonar la zona, como ya hemos dicho, y dejar un retén vigilando los restos que, según ellos, no habían sido tocados, procedieron a quitarlos sin ni siquiera esperar el NECESARIO informe técnico, y solo la suerte impidió que esta valiosa obra fuese sufrirá todavía mayor daño.

Mientras esto se aclara y las fuerzas de seguridad investigan (a las que exhortamos a la mayor de las diligencias y dotación de medios, poniéndonos a su entera disposición, con el material fotográfico de que disponemos), nos sorprenden las declaraciones del Delegado de la Junta, D. Eduardo Fernández.

Eduardo Fernández echa todas las culpas a los vecinos y al ya fallecido sacerdote de la localidad, D. Carlos, de haberse opuesto en su momento al traslado de las piezas y concluye, en disparatada ocurrencia que por tanto la culpa es de los vecinos y del citado fallecido sacerdote.

¿Como puede decir semejante barbaridad?

Los vecinos han actuado como debían actuar, ya que al ver y tener sobradas muestras de que pieza que llevan no la vuelven a ver y que en el pueblo de Montes de Valdueza viven entre calles sin asfaltar, servicios tercermundistas básicos y una atención deficiente en las visitas a sus monumentos (para ver el Monasterio un cartel indica llamar a Marisol, la cual no es residente del pueblo, sino de la ciudad de Ponferrada a casi 20 km de carretera de montaña).


Que no pretenda la Junta echar balones fuera, son ellos los que debían informar al pueblo del peligro y no pretender llevarse las piezas sin avisar y sin autorización del pueblo (como fue la anterior vez que se la quisieron llevar para exponerla en Burgos, lo cual les fue impedido por los vecinos y por el sacerdote del pueblo, D. Carlos).

Lo que debería la Junta es dotar de medios de vigilancia, conservación y turísticos (entre ellos un encargado permanente de los importantes restos que existen en ese pueblo) en vez de usar al más débil y cargar las culpas sobre él.
SOLO ESPERAMOS QUE ESTO SE ACLARE CUANTO ANTES Y LA PIEZA SUBSTRAÍDA SEA DEVUELTA Y EL RESPONSABLE CASTIGADO EJEMPLARMENTE